Carta para una amiga

Por alguna extraña razón, llegaste a mi vida, en un principio sentí una terrible confusión, de no saber que serias para mí, una confusión que me atormentaba y en ocasiones provocaba alguna lagrima, si, lagrimas que derrame en tu presencia y jamás notaste.

Y entre mis confusiones te imaginé en a mi lado, sentados en algún bar, conversando, disfrutando de un vino exquisito, y escuchando una bella pieza de “Bach” tocada con piano… en ese lugar no existía el tiempo, solo tu y yo… ja!!, que absurdo soñar con cursilerías y cosas tan imposibles, fantasías verdaderamente absurdas…

Podría contar una historia interminable de tantas emociones encontradas, de tantos sentimientos… pero al final, concluí que la única forma de estar a tu lado, era haciéndote reir, haciéndote pasar un rato agradable cuando de pronto tu vida fuese aburrida o triste.

Si, quizá nunca conozcas en realidad a este tipo extraño, a este tipo poeta, romántico…  quizá nunca… pues seria toda una imprudencia tratarte asi… y… quizá nunca deba ser asi.

Con el tiempo te convertiste en mi amiga, mi gran amiga, casi una hermana para mi, asi es, eres mi “pequeña hermana”. La confianza que nació de esta amistad, ahora es enorme y agradezco a Dios por permitirme aun estar a tu lado, no sé como ocurrió, pero no puedo dejar de preocuparme por ti, de querer saber que todo esta bien en ti y de estar pendiente de que en tus ojos no haya lagrimas… no puedo explicármelo aun.

Amiga, tu belleza es infinita, quizá las palabras no sean suficientes para describirte, quizá mil poemas no serian suficientes para explicar tu hermosura, quizá mis labios no sean dignos de pronunciar tu nombre. Y quizá nunca puedas comprender lo que intento decirte con estas simples palabras “tu belleza es infinita”…

A veces mis lagrimas brotan nuevamente, al imaginar que un día no volveremos a vernos, al saber que un día tendremos que alejarnos, al saber que no nos tendremos el uno al otro para contarnos nuestras tristezas y alegrías…. Si, lloro cuando la vida me dice que ese día llegará tarde o temprano, puede parecer absurdo, pero de verdad no se que seria de mi sin esta amistad, sin ti.

Quiza todas estas palabras parezcan sacadas de un cuento, o de una historia, pero son palabras que hoy salen del corazón, son palabras que se que no podre decirte nunca, pues es absurdo que alguien hable asi a una amiga, quizá todas estas palabras las olvides para siempre, o quizá las guardes para siempre en tu corazón… no lo se… solo quiero que siempre recuerdes que eres mi “gran amiga”… mi verdadera amiga.

Y cuando te sientas triste y necesites palabras de aliento, lee esta pequeña carta, que fue hecha para que te haga sentir bien… y cuando por alguna razón no este mas a tu lado no olvides jamás que la distancia no terminará nunca esta amistad… sin importar donde esté yo.

Nunca olvides cuánto te quiero, nunca olvides estas palabras que hoy escribo solo para ti… nunca olvides que “tu belleza es infinita”…

Te quiero mucho, “mi pequeña hermana”…

Carlos Arturo Ramírez Chávez